Acostado en mi cama del tren, y escuchando a Silvio Rodríguez (días y flores), pienso en las diferencias notables de estos países que recorremos. Hoy conocimos a los guardas chinos y no son como los rusos pero siempre parece que te están retando.
Tienen una pequeña cocina en cada vagón y van cocinando cada guarda lo que quiere, algunos unas buuz (empanadas que se hierven), verduras saltadas, ensaladas....Es una forma de describir lo que vendrá en China, olor a comida por todas partes!
Los samovar se calientan con una caldera a leña y carbón!
Fue muy difícil sacar los boletos de tren en Ulanbator, primero encontrar el lugar, segundo me dijeron que el lenguaje para comunicarnos era ruso o mongol, elegí ruso y pedí 4 boletos para Beijing para el domingo 1 de julio. Me mandaron a una oficina y me dijeron que vuelva a las 4 de la tarde del sábado y nos anotaron en un cuaderno. Llegamos primeros el sábado y luego se hizo una larga cola. A las 4 la gente no respetó la cola y quedé último, luego empezaron a llamar por nombres y todos hablaban a la vez discutiendo y mostrando el dinero para comprar los pasajes como si fuera un mercado, me imagino que esto ocurre porque es un viaje internacional muy económico.
Después de dos horas de estar allí escuché mi apellido y compré los pasajes! Ahora entiendo porque hay tantos lugares en internet y hosteles que te ofrecen comprarte los pasajes por una gran comisión!
Bueno, se viene el desierto de Gobi!
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