Ahora estoy sentado tomando mate en el piso de una cocina en Ulan Bator, la capital de Mongolia. Son las siete y media de la mañana, las 7 y media de la tarde en Argentina, y por suerte hemos dormido en el piso de un departamento por 5 dólares. Llegamos anoche a las 22 hs después de un día para no olvidar, nos atendió Nara y nos dijo que no tenía lugar pero le dijimos que teníamos bolsas de dormir y nos ofreció un lugar alternativo.
Ahora es de día y estamos descansados pero anoche al llegar a Ulan Bator sin tener idea de una palabra en Mongol, con un sistema caótico de transporte, sin mapa detallado de la ciudad, después de 9 transportes desde Rusia y decenas de conflictos que tuvimos para llegar creo que extraño el orden ruso, la "amabilidad", el idioma, el alfabeto.
Escribí esto por todos los problemas que tuvimos ayer para llegar, seguro que esta tarde cuando estemos caminando o a caballo por la belleza del paisaje de las estepas quedará en una frase que siempre repito en estas condiciones: el conflicto y el cansancio no tiene memoria la experiencia si!
En el post próximo relato el cruce de la frontera Ruso-Mongola
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hola chicos ;el relato va in crecendo en tension en un momento temi que los asaltaran.un muy buen relato.espero que pronto llegues a un lugar mas seguro y confortable.un abrazo mama
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