domingo, 8 de julio de 2012

Nadando en el Río Li

Ayer fue un verdadero día de verano en China!
Salimos temprano para recorrer el río Li entre Guílin y Yangshuo. Este lugar es tan importante como belleza natural para los Chinos que lo tienen en el billete de 20 yuanes, se ven unas montañas que sobresalen de manera increíble y empinadas junto al río y a pescadores con un inusual método de pesca milenario. Antiguos viajeros europeos del siglo XV describieron este paisaje pero se detuvieron en el método de pesca: utilizan un bote hecho con Cañas de bambú muy grandes y dos cormoranes, biguá si vivís en Argentina, y les colocan un aro o hilo en el cuello. Luego tiran los cormoranes al agua con la pata atada y se sumergen a pescar. Después de unos minutos el ave vuelve con un pescado y como no puede tragarlo el pescador se lo saca del pico. Es efectivo y económico como todo lo que se hace en China.
Comenzamos a caminar por la estación de ómnibus y nos comenzaron a ofrecer el tour, decidimos como siempre ir por las nuestras. Tomamos un urbano, nos bajamos en una parada gracias al chofer y caminamos un poco hasta el río donde contratamos una balsa de bambú.
La travesía por el río Li es increíble, vimos muchísimo turismo Chino y muy pocos europeos. Luego paramos por consejo de nuestro timonel a comer pescado del río y vimos al lado del lugar un pescador con cormoranes. La escena es tal cual como la leí salvo la parte de cuando le sacan el pescado, le pegó unas cuantas cachetadas hasta sacarlo. Me pareció todo este método muy cruel, lo extraño es que se han domesticado tanto que no utilizan soga, por lo que el ave si quiere se escapa pero ya se acostumbró. A pesar de esto comimos el pescado que le tocaba al pobre Biguá.
Seguimos río abajo hasta un lugar donde el río dobla entre montañas y decidimos tirarnos para refrescarnos. El agua estaba fresca y nos relajó considerando que hacia 33 grados.
Luego seguimos a pie, entre campos sembrados de maíz, arroz y decenas de verduras que no conocemos. Vimos como ancianos y ancianas traen agua de cientos de metros en dos baldes con un palo, me quise sacar una foto y no pude levantarlos!
Terminamos en un pueblito y después en otro y las vistas siempre impresionantes. Nos tomamos un colectivo de vuelta a Guílin y nos agarró una lluvia que nos refrescó un poco.
Terminamos el día comiendo comida Cantonesa!

Enviado desde mi iPad

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