miércoles, 27 de junio de 2012

Frontera Ruso-Mongola

Salimos de Irkustk con destino a Ulan Ude en cuarta clase! Creíamos que seria terrible pero comparado con los trenes que tomábamos en nuestra adolescencia a Bariloche fue tolerable. El primer problema lo tuvimos al descifrar que no había transporte oficial ( Bus y Tren) a Ulan Bator, entonces comenzó nuestro periplo por el sistema informal de transporte ruso-mongol.
Investigamos un poco y gracias a Ira, una mujer Buryata que se apiadó porque la saludamos en su dialecto! nos orientó un poco y pudimos tomarnos una marshrutky, camioneta informal rusa de transporte, hasta la frontera mongola. Después de tres horas de viaje llegamos a Naushki y nos tomamos un urbano informal a la frontera y el chofer nos bajo en un barrio destruido como un fonavi Argentino y nos indicó con la mano un sendero entre la basura y una colina, comenzamos a caminar desorientados y después de 10 minutos llegamos a
una frontera típica de película! Sabíamos que no podíamos cruzar a pie así que nos subimos a un auto con 2 coreanos de 60 años que estaban de vacaciones en la misma situación que nosotros y manejaba un mongol.
La guía Lonely Planet dice que si no ha leído: La Guerra y la Paz de Tolstoi es un buen momento para hacerlo en este cruce! Y no se equivocó ya que estuvimos 4 horas mostrando el pasaporte, llenando papeles, pasando por oficinas donde comparaban durante 2 ó 3 minutos nuestra cara con la foto del pasaporte, revisando nuestra valijas. etc...Aproveché para hacerle trucos de magia con cartas mongolas a una oficial rusa y a unos choferes de taxi!
Después de cruzar nuestro chofer mostró su juego y a pesar de que creíamos que nos llevaba a Ulan Bator sólo nos cruzó la frontera y entonces seguimos viaje con otro que negociamos a Ulan Bator pero después de 10 minutos frenó y nos pidió el dinero e inmediatamente se metió en un feo barrio, se bajó habló con unos tipos raros y nos hizo bajar del auto y nos dijo que nos llevaría otro. A esta altura ya estábamos preocupados pero a medida que la ruta avanzaba y veíamos caballos, estepa, cabras, yurtas, vacas en la ruta y comenzó a llover. Así comenzamos a dormir, despertarnos, dormíamos y el mismo paisaje.
Después de tres o cuatro horas llegamos sanos, a pesar de la velocidad del conductor al esquivar cientos de vacas y caballos, (en Mongolia hay 13 caballos por persona!) llegamos a Ulan Bator. Nos dejó en un lugar donde había cientos de autos particulares (algo así como remises truchos) y nadie hablando ni ruso ni inglés! Después de un rato y de tratar de hacernos entender nos llevo un auto al centro de la ciudad. Allí nos costó muchísimo encontrar una puertita perdida adentro de un complejo de antiguas casas, desesperados de cansancio y de ganas de ir al baño encontramos de casualidad un papelito y golpeamos y nos atendió Nara la dueña de una casa que alquila habitaciones!!!



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2 comentarios:

  1. Aquí me imagino a Cova, Kike y Ale parados mirando a José y éste último diciendo al mencionado auditorio: "Se complicó!"

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  2. Ja!! se recomplicó el asunto. José, por tus relatos parece que al lenguaje universal de la música y las Matemáticas se le van sumando los trucos de magia.

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