Si en tu viaje quieres evitar en lo máximo posible el impacto medioambiental que vas dejando por el camino, una de las prácticas fundamentales se centra en el uso del agua. Además de ayudar al medio ambiente también ayudarás a tu bolsillo.
Según la Organización Mundial de la Salud el 80% de las enfermedades durante los viajes vienen causadas por la mala salubridad del agua. En muchos lugares del planeta el agua de los grifos no es sana. Comprar botellas de plástico a diario es una solución pero con ello no vamos a ayudar mucho el planeta especialmente en países en desarrollo donde el reciclaje llegará un tal 31 de febrero de un año todavía por decidir.
Personalmente acostumbro a llevar un frasco de tintura de yodo para matar las bacterias aunque no es aconsejable hacerlo durante largas temporadas.
Hoy en día, existen una serie de métodos para tratar el agua para todos los gustos que a la larga evitará el impacto medioambiental así como vuestros gastos diarios. Entre ellas destacamos las siguientes fórmulas de filtración que pueden usarse en los viajes:
- Botella de filtro de agua Outback
Se trata de una botella de plástico que filtra a través de polímeros sintéticos, tamices moleculares y microesferas que filtran las bacterias dañinas. Sale por unos 20 dólares. Son unas pequeñas pastillas con dióxido de cloro que actúan sobre los gérmenes y bacterias rápidamente. Dependiendo del tipo de agua actuará entre 15 minutos y hasta 4 horas en el caso que se trate de agua embarrada. Una caja sale por unos 10 dólares. Se trata de un aparato en forma de bolígrafo que usando sal crea un compuesto de oxidantes que mata a los bichos. Es pequeño y fácil de usar aunque el tiempo de espera puede ser largo y es uno de los productos más caros en el mercado: unos 150 dólares. Se trata de una bolsa al estilo camel back. Goza de una gran capacidad y es una buena opción para rellenar el agua en escapadas de un día. Puede venir tanto en pastillas como en frascos líquidos en forma de tintura de yodo. Es efectivo en la mayoría de bacterias aunque su gusto es muy mejorable. Un par de gotas sobre un litro y al cabo de media hora el agua está libre de gérmenes. El continuo uso de yodo puede crear problemas de tiroides. Es sin duda el más barato y más conocido. Son efectivas pero así como el yodo también le dan un sabor curioso al agua y su uso durante largo tiempo también puede crear algún problema de salud. 
Se trata de un aparato que viene con pilas y actúa destruyendo los microbios a través de rayos violetas. Por lo visto es uno de los más seguros en el mercado y uno puede beberse el agua purificada muy rápidamente. Sus hándicaps son el precio; unos 80 dólares y el contínuo gasto de pilas que genera.
Se trata de una bomba de agua realizada con filtros de cerámica capaz de procesar hasta un litro de agua al minuto. El gusto es imperceptible pero pesa bastante. Sale por unos 85 dólares.
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